La patrona de Cuenca podrá lucir uno de sus mantos más antiguos, deteriorado con el paso del tiempo, que ha sido recuperado por la Hermandad y ha requerido un periodo de trabajo de dos años, para restaurarlo
La hermandad de la Virgen de la Luz, recupera un antiguo terno de la venerada imagen, que tras pasar muchos años en el olvido por el deterioro y el desgaste; pasará a formar parte de su rico ajuar de vestuario.
El proyecto de restauración comenzó hace ya dos años, y aunque se ha visto afectado por la pandemia, no ha dejado nunca de avanzar, aunque a otro ritmo. Lucía Racionero, Isabel Ferrer, y Jesús J Calvo, personas que se ocupan de vestir a la Virgen, son quienes emprendieron este proyecto y quienes asumieron el coste tanto económico como personal de sacar adelante tal propósito.
El trabajo ha sido dificultoso, ya no por su ejecución, sino por aspectos como conseguir la tela del manto, que ha tenido que ser diferente a la que había porque ya no se hacía ese tipo de tela, a pesar de que han visitado tiendas en varios lugares de España en busca del mismo tejido.
Los encargados de hacer el traspaso del bordado en la saya, han sido el taller de Bordado de la Hermandad de María Santísima de la Esperanza de Cuenca, que han recuperado y limpiado todas las piezas de dicho bordado para después colocarlas en un nuevo terciopelo morado de similares características. El forro y la entretela de la saya también fueron sustituidos. Además se han enriquecido con una media luna también bordada en oro; colocando nuevas pedrería y perlas naturales.
En la confección han intervenido también las Concepcionistas franciscanas de la puerta de Valencia y Pilar Castro. El manto se impondrá a la Virgen este sábado. A partir de hoy y durante todo el tiempo que dura el Adviento, los conquenses podrán pasar para hacer una visita a nuestra querida imagen.
