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Fotografía de A vista de Globo (www.avistadeglobo.com)
Fotografía de A vista de Globo (www.avistadeglobo.com)

Diez planes que sólo podrás hacer en Cuenca

Nos quedan muchos días por delante y desde Life!Cuenca os proponemos varias alternativas para disfrutar de Cuenca de una manera única: un viaje en Globo sobrevolando la ciudad, un cockatil en la zona de San Miguel, un paseo en piragua por el Júcar , descubrir nuevas vistas de Cuenca desde la Catedral o la torre de la Iglesia de San Pedro, etc. Este es nuestro top ten ¿Te animas?

29/5/2021 - Redacción
29/5/2021 - Redacción

Ya lo decía Camilo José Cela, “Cuenca abstracta, pura, de color de plata, de gentiles piedras, hecha de hallazgos y de olvidos -como el mismo amor-, cubista y medieval, elegante, desgarrada, fiera, tiernísima como una loba parida, colgada y abierta; Cuenca, luminosa, alada, airada, serena y enloquecida, infinita, igual, obsesionante, hidalga; vieja Cuenca”. Y es que decir a estas alturas que Cuenca es única, es quedarnos cortos. No la hay igual. Solo nos falta -a los conquenses- creérnoslo de verdad. Sin más.

Y como única que es, únicos planes nos ofrece. Por eso desde Life!Cuenca os proponemos un top ten de alternativas que como buenos conquenses alguna vez deberíamos hacer.

1. Asomarnos a la Hoz del Huécar desde los miradores y terrazas traseras desde la Catedral. Muchos todavía lo desconocen puesto que se abrió al público en 2018. Se trata del segundo Patio de la Limosna de la Catedral, un espacio bajo los Archivos donde se ha musealizado, con piezas originales, el hundimiento de la Torre del Giraldo y que nos regala unas maravillosas vistas de la Hoz y su entorno.

2. Degustar un cocktail en San Miguel mientras disfrutas del atardecer en Cuenca. Esto se ha convertido en un verdadero placer, sobre todo después del año tan difícil que hemos pasado. Un ambiente súper agradable, rodeado de historia, cultura, naturaleza y unas vistas que se grabarán en tu retina para siempre.

3. Divisar la ciudad desde lo alto del campanario de la Iglesia de San Pedro. En plena parte alta de Cuenca, en la Plaza del Trabuco, se encuentra uno de los templos más emblemáticos y originales de Cuenca -sobre todo por su planta octogonal y su base interior circular- que es Bien de Interés Cultural. Además de la visita obligada a la Iglesia, también se puede acceder al campanario por una estrecha escalera de caracol para poder disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de Cuenca, ya que se avistan ambas hoces.

4. Resguardarnos de la lluvia, del calor del verano o del frio invierno en el claustro del Parador, degustando un café y con una buena lectura. Sobre los restos de un pequeño monasterio en un risco frente a la ciudad, el canónigo Juan del Pozo mandó construir en 1523 el convento de San Pablo, parador de turismo desde 1993, convirtiéndose así en otro sitio mágico de nuestra ciudad que nos invita al recogimiento, la tranquilidad y la calma. Cualquier época es buena para ir.

5. Pasear por la calle de Los Tintes y el entorno del Huécar escuchando el discurrir del agua. Aunque antiguamente el caudal era mucho mayor, el agua todavía se deja oír junto con el parpeo de los patos, que campan a sus anchas por el Húecar. Y ya que estás por esta zona, cómo no aprovechar para tomar un aperitivo en alguna de sus terrazas.

6. Disfrutar de un paseo en globo, siendo testigo del amanecer en Cuenca. Sin duda un plan sin igual con el que poder apreciar desde el cielo el enclave inigualable de nuestra ciudad, y encima bañado con los primeros rayos de sol. Y esto es posible desde hace un par de años gracias a A Vista de Globo, que decidió emprender en Cuenca para mostrar a propios y visitantes una perspectiva distinta de la ciudad. ¿Te animas?

7. Disfrutar de la naturaleza a dos minutos de la ciudad. Pocos podrán presumir de ello, de necesitar escapar del día a día de la urbe a respirar aire fresco y tenerlo ¡a dos minutos! del centro. Y eso nos sucede en Cuenca, enseguida entramos en contacto con la naturaleza por cualquiera de sus cuatro costados y podemos disfrutar de una ruta senderista –andando o corriendo- o de practicar mountainbike por sus numerosas subidas y bajadas en medio del campo.

8. Montar en piragua en un entorno privilegiado como es la Hoz del Júcar. De hecho es uno de los lugares favoritos para los amantes de este deporte, que llegan desde distintos puntos de España para surcar aguas conquenses. Además contamos con el Club de Piragüismo (www.piraguismocuenca.com) que nos brida la oportunidad de alquilar canoas, cursos de iniciación e incluso rutas organizadas para grupos.

9. Subir al Cerro Socorro, a 1.147 metros de altura, para ver el enclave mágico de una ciudad que cuelga sobre las rocas. Si no te dan miedo las alturas, esta experiencia no te las debes perder. Y si aprovechas un amanecer o un atardecer, no te arrepentirás. Allí verás el Sagrado Corazón de Jesús –una escultura en honor a Jesús de Nazaret esculpida en piedra y culminada con una enorme aureola de hierro-, que ha sido testigo de más de seis décadas de la historia de nuestra ciudad.

10. Degustar una magnífica comida con sabor plenamente conquense. Este es, con casi toda probabilidad, el plan que hayamos realizado con más frecuencia pero no por ello deja de tener menos encanto. Y es que la gastronomía de Cuenca la conforman platos y costumbres culinarias que no dejan indiferente a nadie y que se adapta a todos los gustos. Cualquier bar o restaurante de Cuenca es capaz de sorprendernos con versiones muy dispares de los platos típicos de la ciudad ¿Cuál recomendarías?

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