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Imagen de Descubre Cuenca y de Colegiata de Belmonte
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Enclaves góticos en la provincia de Cuenca: la última huella de la Edad Media

Nos acercamos a algunos de los complejos arquitectónicos con aires góticos más relevantes situados a lo largo de la provincia conquense. Belmonte, Moya o Alarcón son solo algunos de ellos.

Actualizado: 19/11/2022 10:40 - Redacción
Actualizado: 19/11/2022 10:40 - Redacción

La riqueza patrimonial que atesoran Cuenca y sus pueblos nos trae hasta el hoy la huella artística de los diversos estilos que adornaron la provincia en el ayer. En Life!Cuenca, hemos intentado seguir los pasos del arte gótico en Cuenca para conocer cómo y dónde se desarrolló entre el siglo XII y el XV a su paso por la provincia. En muchos de los enclaves que visitaremos, nos encontraremos una fusión de diversos estilos artísticos pertenecientes a épocas diferentes pero que han conseguido enriquecer más si cabe la belleza arquitectónica que se conserva en la actualidad.

Belmonte

La Colegiata de San Bartolomé de Belmonte proyecta el gótico que en su día se asentó sobre una construcción románica anterior. La sillería del coro, que perteneció en el pasado a la Catedral de Cuenca hasta su traslado en el XVIII, es una obra gótica en madera de nogal fruto del talento de los hermanos Hanequin y Egas de Bruselas. La iglesia gótica se compone de tres naves y trece capillas. La capilla de San Pedro y San Pablo, los contrafuertes y ventanales del ábside o el rosetón de la puerta de los perdones son solo algunas de las muestras fehacientes del gótico en la Colegiata. Cabe remarcar que albergan la pila bautismal en la que fue bautizado Fray Luis de León, nacido en el municipio.

Destaca también la decoración gótica del castillo de Belmonte, que en el siglo XV pasó de ser un castillo militar a un palacio residencia donde el gótico adquirió protagonismo, sobre todo, en su ornamentación y arquitectura junto al arte mudéjar. Tras tornar su tez a la de un lujoso palacio, el gótico no tardó en aparecer en sus techumbres y su bestiario. En su interior, el tardogótico se plasma en la “Galería de la Zona de Gobierno”.

El gótico también se deja entrever en la talla de la Virgen con el Niño custodiada en la Ermita de la Virgen de Gracia, de época barroca.

La iglesia de San Nicolás de Bari en Priego

Con tres naves paralelas edificadas sobre un antiguo edificio románico, comenzó a edificarse en 1531 a manos del cantero Pedro de Alvíz, conocido por construir también el actual Parador de Cuenca, antiguo Convento de San Pablo. En Priego, lo hizo gracias a la ayuda del conde Luis Carrillo de Mendoza.

No solo el cuerpo de la iglesia refleja el arte gótico, sino también la Virgen de la Torre, encontrada en las excavaciones que se llevaron a cabo en la torre renacentista del recinto. Se conservó a 36 metros de profundidad y en una urna, convirtiéndose así en la patrona del municipio.

Imagen de Descubre Cuenca
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El paso del gótico por Priego se podía ver a su vez en los arcos que unían los pilares de El Triángulo, un templete del que hoy solo quedan sus vestigios.

Iglesia de Santa María la Mayor en Moya

En una esquina de la Plaza Mayor de Moya nos topamos con este enclave gótico que sigue albergando el culto pese a ser la más antigua de las iglesias del municipio. Destaca por su coro, su retablo y el famoso y conservado reloj de la villa. Recoge el arte de etapas históricas posteriores, como es el caso de su espadaña herreriana. Es una de las paradas principales del tradicional Septenario de Moya. Su portada, sin embargo, pertenece a la época románica, con un arco apuntado con triple arquivolta.

Imagen de Descubre Cuenca
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Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad en Carrascosa del Campo

Con una de sus portadas en estilo gótico isabelino, el edificio religioso de Carrascosa del Campo es uno de los rincones góticos más significativos de la provincia. Dada su relevancia patrimonial, ha sido declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional y Bien de interés Cultural de Castilla la Mancha. Fueron los vizcaínos Juan Pérez de Azcueta y Martín de Oma los encargados de llevar a cabo esta obra maestra con la portada sur como gran protagonista.

Vistosa y coronada por el típico arco conopial con una estética gótica-isabelina, en la actualidad es la puerta de entrada al templo de culto. En el interior de dicho arco, propio del gótico tardío en forma de llave, encontramos dos animales simétricos y enfrentados. Encima y a ambos lados se sitúan también dos vistosos escudos de armas de Miguel de Carrascosa, principal financiador de la construcción y Gobernador del Obispado de Cuenca.

Imagen del Cultura.castillalamancha.es
Imagen del Cultura.castillalamancha.es

Resguardando la portada encontramos una bóveda de cañón con decoración estrellada que podemos seguir viendo, a diferencia de una de las antiguas puertas de acceso a la nave central, la de San Martín, tapiada en la actualidad. Dentro del edificio, de imponentes dimensiones, encontramos un coro también de origen gótico.

Iglesia de Santa María en Alarcón

Existen otros enclaves donde el gótico se encuentra en época de transición hacia el Renacimiento y ya no impera, pero embellece: es el caso de la iglesia de Santa María en Alarcón, cuyas bóvedas se realizaron ya en el XVI, pero manteniendo la estructura gótica. Fueron Esteban Jamete y Pedro de Alviz los encargados de elaborar el edificio que alberga una de las portadas más llamativas de toda la provincia. De talle plateresco típico de finales del gótico y comienzos del Renacimiento y con gran ornamentación, la portada queda custodiada por un imponente arco triunfal y con columnas dobles a ambos lados. El pórtico nos deja también la estampa de su bóveda de casetones.

Imagen de Turismo.castillalamancha.es
Imagen de Turismo.castillalamancha.es

En el municipio, el castillo de Alarcón también cuenta con una estructura gótica identificable.

Esparcidos por la geografía conquense quedan otras pruebas del rastro gótico que se entremezcla con diversos estilos, aunque con una presencia minoritaria del arte enmarcado entre el XII y el XV. Algunos de los más reconocidos se recogen en la página de El Arte en Cuenca. Es el caso de la iglesia de Santa María de Atienza de Huete (con su ábside y su decoración) o de la iglesia de San Pedro Apóstol de Villaescusa de Haro (pese a ser una obra primordialmente del Renacimiento guarda elementos góticos, como el arco de la capilla de la Asunción).

La belleza gótica conquense no solo la encontramos en enclaves conocidos de la capital como en la Catedral de Santa María y San Julián, sino también explorando y viajando por los pueblos que conforman la provincia. En solitario, de manera predominante o aportando su belleza a las obras de etapas artísticas posteriores, el estilo gótico esboza la capital con sus pinceladas, propias de los últimos resquicios medievales.

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