El rio Cabriel nace en la provincia de Teruel y recorre la parte más meridional de la provincia de Cuenca. Conocemos los municipios conquenses atravesados por el río Cabriel, antes de sumar su caudal al del Júcar en Cofrentes (Valencia).
De aguas transparentes que se clavan en los terrenos conquenses como espejos para reflejar el alma de la provincia, cargada de naturaleza y pureza. A su paso por Cuenca, el río Cabriel nos deja estampas encantadas en las que las gotas de cristal se mimetizan con los pueblos de Cuenca, sus paisajes y su patrimonio. En Life!Cuenca, conocemos algunos de ellos:
El castillo de Torrefuerte
Aunque desviándonos un poco del paso del caudal del río, en los alrededores de Salvacañete encontramos el castillo de Torrefuerte. Pese a que no podemos visitarlo por dentro, su grado de conservación tan elevado hace que valga la pena acercarnos para admirar su fachada. La fortaleza, que data del siglo XIII, cuenta con ocho torreones que vigilan el límite fronterizo entre Cuenca y Teruel.
Restos arqueológicos de Alcalá de la Vega
Acompañando la ribera del río, las ruinas romanas, ibéricas y árabes guían al Cabriel. Por un lado, los yacimientos ibéricos son los más cuantiosos, encontrando espacios conocidos como el del Castellar y otros peor conservados como el de Los Castillejos. Los vestigios romanos también se dejan entrever en Alcalá de la Vega, por donde pasaba la XXXI Vía Romana. Por ello, quedan restos de antiguas calzadas romanas e incluso se han encontrado monedas de la época.
Pero, sin duda, la construcción más emblemática de Alcalá de la Vega son las ruinas de un antiguo castillo de origen árabe que sería uno de los primeros en situarse en la provincia. Junto con los de Cuenca, Uclés, Huete, Huélamo y Alarcón, este castillo formaría el conjunto árabe más relevante de la provincia.
Las cascadas de Boniches
A su paso por el municipio conquense, varios son los puntos de interés que los saltos del Cabriel dejan para el recuerdo. Pese a ser una zona menos conocida y casi sin señalizar, el entorno tan especial que la naturaleza ha creado en este recoveco del río ha provocado que vecinos, viajeros y turistas se interesen por visitar ciertos parajes que rodean Boniches. Destacan las cascadas del Traqueiro (también llamadas Traqueadero o Traqueaero), donde el ímpetu del agua crea una espuma blanca que se funde con el conglomerado rojizo de las rocas del entorno.
Puente de Cristinas en Pajaroncillo
Recién restaurado en 2018, el Puente de Cristinas data del siglo XVI y permitía cruzar el caudal del río Cabriel mientras transita Pajaroncillo. Esta joya semioculta guarda una inscripción que cerciora que una de sus reconstrucciones fue llevada a cabo por el Convento de Carboneras.
El Puente de Cristinas salva el río Cabriel a su paso por Pajaroncillo, en la serranía de #Cuenca.
— refref (@Educo_gratis) May 18, 2020
Restaurado en siglos posteriores, no esconde la factura tardogótica ni una inscripción del s. XVI proclamando orgullosa una reconstrucción a cargo del Convento de Carboneras. pic.twitter.com/m7DiNvFYcJ
Pese a la reconstrucción del puente, ya no podremos disfrutar de su presa homónima: la presa de Cristinas, de inestimable belleza a su paso por Pajaroncillo. En 2021 se declaró que debía ser demolida pese a la negativa de algunos vecinos, que deseaban conservar uno de sus paisajes más especiales en las venas del Cabriel.
Las pinturas rupestres de Villar del Humo
Por Villar del Humo continúa el Cabriel dejando su estela y custodiando las pinturas rupestres tan características de este municipio. El arte esquemático y el arte levantino se dejan ver en los abrigos del municipio. Representaciones humanas y animales se entremezclan con signos más abstractos, dando muestra de las técnicas rupestres que dejaron nuestros antepasados para la posteridad.
La roca arenisca que impera en el terreno confiere al territorio ese aspecto mordido y original que atrapa otros encantos más allá de las pinturas en Villar del Humo: paseos fluviales, la Torre Barrachina, un molino que sirvió como refugio para la población no creyente que esperaba el hipotético fin del mundo… un entorno único y natural a una hora de la capital.
Puente del Ferrocarril
Entre Villora y Cardenete, el puente del Ferrocarril atraviesa las aguas del Cabriel. De imponentes dimensiones, fue uno de los puentes originados por la construcción de la línea Valencia-Aranjuez de ferrocarril. Su altura alcanza los 90 metros verticales y se sustenta sobre finos pilares.
En su merodeo por Villora, el Cabriel deja otros puntos de interés, como la presa del Bujioso, el área recreativa de La Playeta o el valle del Cabriel, que comparte espacio con los municipios de Mira, Enguídanos, La Pesquera, Minglanilla, Iniesta y Villalpardo.
Las Chorreras de Enguídanos y Villora
El paraje natural se ha convertido en uno de los puntos preferidos para los bañistas. De tintes turquesas, la bajada de sus aguas entre los saltos empedrados del monumento natural nos ofrece un paraje sin precedentes. Cuenta con una zona de aparcamiento y otra de recreo para poder pasar el día completo refrescándonos en la orilla del Cabriel. Para regular su uso, se han establecido visitas guiadas y un aforo máximo de personas en el interior del paraje.
Cueva Santa del Cabriel
Como refugio, lugar de enterramiento o santuario. Varios han sido los usos que esta cueva situada en el término municipal de Mira ha acogido a lo largo de los años. Varias salas se comunican en su interior. Es lugar de congregación de una tradición ancestral que une a los pueblos colindantes. En la época en la que los campos germinan y las flores pintan de colores el escenario, se realiza una romería que parte desde el municipio valenciano de Camporrobles. Después, la imagen de la virgen vuelve a la iglesia de Fuenterrobles, donde le cantan los típicos “mayos”.
El pantano de Contreras
Nos dirigimos hacia la presa de Contreras, concretamente guiando nuestros pasos al sur. Allí discurre a lo largo de 12 kilómetros por la margen derecha del río Cabriel un paisaje mágico albergado por los municipios de Minglanilla e Iniesta. La margen izquierda se encuentra ya bajo tutela de la comunidad vecina. Las inmediaciones de la Reserva se caracterizan por poseer una zona sin grandes relieves, que contrasta una vez que se entra en ella con las impresionantes formas que se han creado fruto de la erosión en Los Cuchillos de Contreras y el Valle de Fonseca.
Entre Valencia, Albacete y nuestra provincia, también discurren las hoces del Cabriel, prueba fehaciente del trazado que el río ha forjado con el ímpetu que sus aguas adquieren. Este río vertebra Cuenca y sus parajes, llenando de encanto la tierra que labra con sus gotas de cristal.