Fue alcalde durante 15 años no consecutivos, representó a la provincia como procurador de las Cortes y como senador, y además ejerció de médico ginecólogo durante décadas ayudando a decenas de conquenses a venir al mundo. Desde Life!Cuenca hacemos un breve recorrido por la vida de Andrés Moya cuando se cumplen 34 años desde que jurara su cargo como primer edil.
Coincidiendo con que tal día como hoy, 30 de junio, pero del año 1987 Andrés Moya López juraba su cargo como alcalde de Cuenca por tercera vez, desde Life!Cuenca echamos la vista atrás para recordar a un conquense de corazón, a un político de pro que se trabajó intensamente por Cuenca, a un médico ginecólogo que ayudó a decenas de conquenses a venir al mundo, a un paisano que fue parte activa de Cuenca hasta sus últimos días.
En sus haberes tiene grandes logros, uno de los más reseñables haber sido el primer alcalde de la democracia de Cuenca. Pero esta no fue su originaria incursión en la política ya que la primera vez que ostentó este cargo público fue entre los años 1967-1974 compaginándolo durante los primeros cuatro años con su cargo de procurador en Cortes.
Posteriormente, los conquenses depositaron en él su confianza erigiéndolo senador con Unión de Centro Democrático en la legislatura constituyente (1977-1979), para regresar como primer edil al Consistorio, estrenando democracia, entre 1979 y 1983 con UCD, y años después, entre 1987 y 1991 con Alianza Popular como independiente.
Aunque Don Andrés, como muchos lo conocían, era natural de Valencia (1933), la ciudad de Cuenca fue testigo de su larga e intensa vida, además de su dilatada trayectoria profesional y vocacional, ya que entre sus grandes pasiones estaba la medicina y el servicio público.
De hecho, fue jefe de la primera zona de Ginecología de la Seguridad Social y médico durante años en la Residencia Virgen de la Luz. Su afán por dar todo hacia el prójimo, le llevó también a ser Presidente de la Lucha contra el Cáncer y vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Cuenca (1975), además de tener una vida muy activa y ser partícipe de las tradiciones de Cuenca, a la vez que formaba una familia cada vez más extensa junto a Gloria Plaza y sus cuatro hijos: Andrés, Gloria, Luz y David.
La vitalidad de Andrés Moya se paró de golpe un sábado 13 de mayo de 2017 cuando nadie lo esperaba y haciendo lo que más le gustaba, participar de la vida pública de Cuenca en la inauguración del mirador dedicado a Ismael Barambio junto al entonces alcalde Ángel Mariscal.
Lo que no se podría imaginar es que su hija Luz seguiría sus pasos y cogería el testigo de su padre en el mundo de la política, presentándose a la alcaldía de Cuenca precisamente en uno de los momentos más convulsos de la vida política. De hecho, en sus primeras declaraciones públicas, Luz ensalzó la figura de su padre considerándolo como “el mejor alcalde que ha tenido la ciudad”.
Lo que sí está claro, a tenor de las muestras de cariños recibidas, es que Andrés Moya López fue un médico muy reconocido y apreciado en Cuenca y que, sin duda, dejó una huella imborrable en la vida de decenas de conquenses ayudándoles a venir al mundo.