El Doctor en Historia y Cronista Oficial de la ciudad de Cuenca, Miguel Romero nos describe esta fotografía de una calle Mateo Miguel Ayllón muy distinta a como la conocemos en la actualidad, una fotografía cedida por Luis Lapeña y que tiene historia para contar
Esta fotografía nos lleva a uno de los rincones más tradicionales de la llamada Cuenca del ensanche. Cuando la ciudad amurallada necesita expansionarse, va abriendo camino y arrabales extramuros, teniendo en cuenta que la Carretería era el paso fundamental de comercio de carretear entre la puerta, camino de Valencia y La Mancha y la puerta de la Merced o del Bordallo (Cruz del Bordallo en la Fuente Santa).
Históricamente, el monte en el que se construyó el Hospital de Santiago, primer hospital de Cuenca, mandado levantar por Alfonso VIII, bajo la Orden de Santiago y dedicado la redención de cautivos (intercambio de prisioneros), permitió el primer ensanche de la ciudad fortificada cuando surge el barrio extramuros de Barrionuevo, entre la puerta de la Trinidad y el Hospital, allá por el siglo XIV. Sin embargo, en la trasera de dicho hospital estaría localizada una yesería y el osario de los moros, sin olvidar que se ubicará un poco más hacia el río, la horca para los ajusticiados.
El siglo XVIII permite el desmonte en una primera fase, la ampliación de los terrenos del Hospital y la ubicación de algunos corralones y edificios comerciales en la parte que el cerro de los Moralejos permitirá en descenso hacía el barrio de Nuestra Señora de la Puente (ahora San Antón).
En el siglo XIX, concretamente en el 1877, llegan las Hijas de la Caridad al Hospital de Santiago, único por entonces en la provincia para la atención de enfermos. Este siglo será importante por la preocupación que sus políticos van a manifestar, hacia la instrucción y lucha contra el analfabetismo. Las Hermanas, teniendo muy presente la idea de su fundador, San Vicente de Paul, crean una escuela en 1899. Las hermanas solicitan a la Orden de Santiago la cesión de unos espacios para edificar la primera Escuela de su congregación, iniciándolo con dos clases de párvulos.
Desde finales del XIX hasta el año 1936, las hermanas van ampliando las enseñanzas consiguiendo la construcción de una planta y la regularización de su educación, enseñando también a personas mayores, taquigrafía, mecanografía, corte, confección y música. Durante la guerra civil y hasta el año 1940 estará cerrado en su uso y volverá a recuperar su función hasta llegar a 1972 en que el Ministerio de Educación concede la Educación General Básica y con el nombre de Colegio de "La Milagrosa" ejerce su función hasta el momento actual.
En la fotografía observamos, el acceso de la calle que en el siglo XX se llamará de Mateo Miguel Ayllón, en honor a este conquense que nació en 1873, estudió filosofía y leyes, llegando a ejercer de abogado en Sevilla, luego diputado a Cortes y después, ministro de Hacienda en el gobierno de Joaquín María López en mayo de 1843, bajo la regencia de María Cristina y la minoría de edad de Isabel II.
Esta calle, parte desde la actual plaza de la Constitución, antigua plaza de Cánovas del Castillo y glorieta de San Agustín, por estar aquí ubicado en tiempos, el convento de San Agustín, ascendiendo hasta la confluencia con la calle Colón, frente al edificio actual de la UNED, antigua Escuela de Enfermería, y dejando a la derecha el reciento del Hospital de Santiago y el citado Colegio de la Milagrosa. Calle estrecha, llena de comercios y edificios particulares.
Derrumbe del muro de sujeción del Hospital hacia la propia calle, provocado por humedades de cimentación y que se produjo en la mitad del siglo XX.
Miguel Romero Saiz
Cronista oficial de Cuenca