El pasado domingo se celebraba el aniversario del traslado de la Diputación al Palacio Provincial, donde desde 1898 desarrolla su actividad burocrática, dejando a un lado el antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, donde previamente a esta fecha, desarrollaba su labor
Aunque tuvieron que pasar dos décadas hasta que se logró perfilar el futuro Palacio Provincial que albergaría las dependencias de la Diputación de Cuenca, fue un 20 de junio de 1898 cuando se produjo el traslado definitivo al nuevo edificio, ubicado en el terreno conocido como "La Glorieta", de 10.279 m2, cedido por el Ayuntamiento para este fin.
De este modo, la Diputación dejaba el antiguo convento de los Carmelitas Descalzos para instalarse en un edifico diseñado por el arquitecto provincial Rafael Alfaro y tuvo un presupuesto de 80.000 pesetas. Según explican en la web de la Diputación de Cuenca, Alfaro ideó un edificio con una sencilla fachada de dos plantas, en la que destaca el cuerpo central. Tiene un ligero recuerdo de la Biblioteca Nacional de Madrid por el tratamiento resaltado del centro aunque, evidentemente, muy simplificado.
En 1900, Rafael Alfaro renuncia a la plaza de arquitecto municipal sucediéndole desde ese momento numerosos arquitectos que intervendrán, en mayor o menor medida, en el aspecto final del edificio. Será a partir de 1926 cuando, con la compra del mobiliario, lámparas y tapices se pueda dar por concluido el proyecto que, en 1980, se verá afectado cuando el arquitecto Arturo Ballesteros levante una planta más, en forma de mansarda, para ampliar el espacio disponible.
Uno de los elementos de mayor calidad artística del interior es la escalera principal y, en especial, su balaustrada formada por setenta y cuatro balaustres cuya fundición fue encargada en 1899 a la casa Orea e hijos de Valencia, que fue rematada con el pasamanos realizado por el ebanista Marcelo Usó.
Entre las obras artísticas que acoge se encuentra la escultura de la Vieja Serrana, de Luis Marco Pérez, el cuadro de la Reconquista de Cuenca, de Benito López Chust, y el mural de la provincia de Víctor de la Vega
A grandes rasgos, esta es la historia del palacio provincial de la Diputación de Cuenca, cuya última restauración se inició en 1997 por los alumnos de la Escuela Taller "Campo de San Francisco".