Nuestro colaborador Alberto M. Rodríguez comparte con nosotros un artículo en la sección "Misterios de Cuenca", sobre una historia de amor relacionada con la Cruz del Diablo
La cruz situada en la bajada de las Angustias, es sin duda una cruz icónica en la ciudad de Cuenca. Sobre ella y la mano que tiene dibujada en una de sus caras, situamos la leyenda de Diego y Diana, una historia de amor que todos los conquenses saben. Pero ¿qué se sabe de esta cruz? ¿Por qué se construyó? ¿Por qué en ese lugar? ¿Existen más leyendas acerca de esta cruz? Conozcamos en profundidad el Santuario, su cruz y toda su historia. Para ello os propongo una historia repartida en varias leyendas y varios puntos a destacar. Os dejo con el primero.
SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS.
Antes de hablar de leyendas, nos situaremos en el siglo XIV. En esta época se cuenta que ya había peregrinación para venerar a la Virgen de las Angustias. Se habla de una pequeña ermita que estaba ubicada donde actualmente tenemos el Santuario de la Señora de las Angustias, una imagen muy venerada por todos los conquenses. Fue ya en el siglo XVII cuando se construyó el edificio que actualmente se mantiene, aunque pasó por una ampliación en la segunda mitad del siglo XVIII de la mano de Jasé Martín Aldehuela.
En el siglo XVI se data la construcción de un edificio aledaño al santuario del que hablamos. Esta construcción fue un antiguo Convento de la Orden de los Descalzos. La edificación quedó dentro de los terrenos del Santuario de las Angustias y estuvo en funcionamiento hasta el año 1836, momento en el que cesó su actividad. Actualmente es una propiedad privada, pero debo mencionar que en su patio trasero nos queda uno de los lugares más icónicos de nuestra ciudad: un jardín con una cruz de piedra en su interior. La llamada de varias formas debido a sus historias y leyendas: “La Cruz del Diablo”, “La Cruz de los Descalzos” y “La Cruz del Convertido”.
Poca información he encontrado acerca de la construcción de esta cruz. Un detalle que me llama poderosamente la atención, es que a sus pies podemos encontrar grabada en la piedra, la cifra 1708. Doy por hecho que es el año que se construyó. Pero si es así, la leyenda que os voy a contar a continuación sería imposible, pues data de años antes…
LA CRUZ DEL CONVERTIDO.
Nos situamos ahora en el año 1581 y localizamos a los protagonistas de la primera historia: Diego de Tiedra y Giralte de Flugo. Ambos eran escultores e imagineros para la ciudad de Cuenca, pero Giralte años antes, en uno de sus trabajos junto a su hijo, vio cómo el joven cayó desde un andamio muriendo en el acto. Desde ese día, Giralte dejó de lado el cristianismo y abrazo la religión luterana. Esta vez trabajaban en la fachada del Convento de los Descalzos y allí acudieron. A su llegada y tras un largo camino, pararon a descansar, antes de comenzar sus oficios. En ese momento una gran tormenta comenzó a asustarlos. Diego salió corriendo a refugiarse en el monasterio, pero Giralte se negaba a refugiarse en el interior de un lugar sagrado.
La tormenta hizo que un rayo cayera en un árbol y éste cayera al suelo arrastrando a Giralte. Los monjes lo rescataron y lo cuidaron durante días hasta que despertó. Giralte agradeció a la orden su ayuda y estos le invitaron a visitar la Iglesia de las Angustias. Cuando nuestro amigo entró al lugar y vio en la imagen de Nuestra Señora de las Angustias con su hijo en brazos, la cara de su propio hijo fallecido años antes, afirmó que era un milagro y que su hijo había sido salvado. En agradecimiento al cristianismo que había salvado a su hijo y a los monjes Descalzos, que habían salvado su propia vida durante la tormenta, nuestro amigo se reconvirtió de nuevo al cristianismo y se internó en las filas del convento. También construyó la cruz que encontramos en el atrio del monasterio actualmente.
Continuará…