La reivindicación de la mujer es aún más presente en el ámbito rural, en el cual ayuda a su dinamización y a potenciar el tejido productivo de los pueblos
No se puede negar que el papel de la mujer en el ámbito rural es esencial para la dinamización de los pueblos. En lo que habitualmente se da en llamar “la España vaciada”, la demografía de estos pequeños núcleos poblacionales es envejecida, y en ellos la mujer no suele ser tenida en cuenta, en parte precisamente por el envejecimiento de la población, y en parte también por unas tradiciones en las que esta se promociona como mercancía.
El Día Internacional de la Mujer Rural surge por parte de la ONU en 2008, y la idea de esta organización es que se reconozca y promocione el papel de la mujer en el ámbito rural y en la producción agraria, permitiendo así potenciar la agricultura, la cadena de producción alimentaria y el desarrollo de las zonas de poca población.
El movimiento asociativo de la mujer rural en España
No en vano, existen varias asociaciones y conjuntos que permiten dar visibilidad a las mujeres en el entorno de los pueblos. Uno de ellos es Fademur, asociación que agrupa los colectivos de mujeres rurales existentes en todo el territorio nacional. Desde este conjunto defienden que la mujer en los pueblos está sufriendo discriminación tanto socioeconómica como institucional.
Desde Fademur, sus asociadas trabajan para paliar la estigmatización social, laboral e institucional que padecen las mujeres en las zonas rurales, así como reconocer el papel que desempeñan a la hora de favorecer el desarrollo de los pueblos. Esta asociación impulsa una lanzadera de proyectos empresariales, Ruraltivity, en la que se desarrollan emprendimientos con la idea de favorecer el autoempleo y la inserción laboral de las mujeres en los pueblos, donde hace más falta. Muchos de estos proyectos, además, venden para Correos Market.
Fademur no es la única. En 1982 surgió Afammer, con sede en Ciudad Real, con objetivos similares pero claros: hacer que la mujer rural sea escuchada y tenga voz y voto en la toma de decisiones que afecten a su desarrollo socioeconómico, laboral y cultural. También existe Amfar Mujer Rural, nacida en 1991 y surgida también en Ciudad Real, también con objetivos similares, pero que además apuesta por formar a las mujeres rurales para favorecer su inserción laboral.