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La obesidad, una pandemia invisible

Con motivo del Día Mundial de la Obesidad, Life! Cuenca destaca la importancia de llevar una vida saludable, especialmente ahora debido a la pandemia y por los efectos que tiene en la nutrición de cada día.

Actualizado: 4/3/2021 11:04 - Redacción
Actualizado: 4/3/2021 11:04 - Redacción

En el Día Mundial de la Obesidad, Life! Cuenca repasa qué es la obesidad y los datos más relevantes, a su vez que destacamos la importancia de llevar una vida saludable. La campaña del Día Mundial de la Obesidad se centra en aumentar la conciencia sobre la enfermedad, mejorar la comprensión social y reclamar políticas que prioricen un ambiente saludable, todo ello dentro de un espacio donde compartir experiencias.

La pandemia ha supuesto un antes y un después en muchos aspectos, también en la nutrición. La obesidad se ha triplicado en todo el mundo desde 1975 y “si se mantiene esta tendencia, los investigadores prevén que esta cifra superará los 27 millones de personas en el año 2030, afectando al 80% de los hombres y el 55% de las mujeres de esta franja de edad”, según un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas. También ha estimado el coste que supone el sobrepeso, la obesidad y la obesidad mórbida para el sistema de salud en casi 2.000 millones de euros.

La última Encuesta Nacional de Salud, publicada por el Instituto Nacional de Estadística en 2017, apunta que el 20,32% de los castellanomanchegos tiene obesidad. Esto sitúa a la región por encima de la media de España, que es 17,43%.

Además, ahora la relación con el Covid-19 es muy estrecha, el artículo ‘La obesidad como factor de riesgo en personas conCOVID-19: posibles mecanismos e implicaciones’, publicado en la revista Atención Primaria, señala que las personas con obesidad tardan más en eliminar el virus.

Esta enfermedad ya se considera un factor de riesgo “para más de 20 condiciones crónicas como son la diabetes tipo 2, la hipertensión, la dislipidemia, las enfermedades cardiovasculares, el ictus, la apnea de sueño y más de 10 tipos de cáncer”, remarcan. Por lo tanto, sumado al riesgo del coronavirus, las personas con obesidad están consideradas como grupo de alto riesgo.

Al tener en cuenta las causas y consecuencias de la obesidad, merecen especial atención los más pequeños. Esto se debe a que si no interiorizan hábitos saludables desde la infancia, ya no solo el riesgo a sufrir más enfermedades aumenta, sino que afecta a su desarrollo. Por ello, es imprescindible adoptar hábitos nutricionales y físicos saludables desde las edades más tempranas. Así como en la etapa adulta, nunca es tarde para cuidar la salud con cambios como comer más verduras, hacer más ejercicio físico y reducir el consumo de azúcares.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta que cada persona es un mundo, con sus propias características y necesidades, por eso, ante la duda siempre es mejor pedir ayuda a un profesional.

En esta cuestión, muchas veces para desapercibida la relación entre la nutrición y la salud mental, según Gloria Almudena Celorio y María Ángeles Mota López, ambas enfermeras y especialistas en salud mental, en su artículo Salud mental y nutrición: una revisión sistemática. Resaltan la importancia de los nutrientes y lo que comemos en la aparición de ciertas enfermedades, pero “esta asociación no se realiza con tanta facilidad en el campo de la salud mental. Teniendo en cuenta que el cerebro humano absorbe el 20-27% de la tasa metabólica corporal es llamativa la poca atención que prestamos a la buena alimentación para mantener un estado mental sano”.

Un factor relevante debido a los efectos en la salud mental que ha podido generar la pandemia, sobre todo bajo situaciones de estrés, ansiedad y por la pérdida de seres queridos.

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