Es un vocablo que cualquier conquense conoce y que se usa cotidianamente, pero lo que no es tan conocido es el verdadero origen de esta palabra, que no solo se usa en Cuenca, sino también en otras zonas de España e incluso del mundo
El español es un idioma con una riqueza léxica incalculable, una lengua que se habla de forma oficial en 21 países del mundo. Por ello, puede resultar pretencioso pensar que una palabra concreta solo se utiliza en una única zona, aunque a veces puede ocurrir. A los conquenses nos pasa mucho. Cuando pensamos en palabras típicas de nuestra tierra nos viene a la cabeza “chorra”, “copón”... y “guacho”. Ahora bien, ¿es guacho una palabra íntegramente conquense?
Comencemos por su origen. Etimológicamente, la palabra “guacho/a” viene del quéchua, concretamente, de la palabra wajcha, que significa “indigente” o “huérfano”. Por ello, esta palabra no solo se utiliza en España, sino que también en varios países de latinoamérica, y no siempre tiene el mismo significado o connotación.
En países como Argentina, Colombia, Ecuador o Perú, una de las acepciones es “huérfano, dicho de una cría que ha perdido a su madre” o “abandonado”, tal y como señala la RAE. A su vez, también puede significar “campesino” en Cuba, pero con tono despectivo. De forma despectiva también se utiliza en países como Argentina, donde puede conllevar un significado de “rastero” o “vil”, pero también puede emplearse como “chaval, muchacho”, según se puede consultar en el Diccionario de Variantes del Español. Así pues, en México este sustantivo se emplea con un significado totalmente distinto a los anteriores mencionados, ya que hace referencia a “militar, soldado”
Centrándonos ya en España, la palabra “guacho/a” con el significado que los conquenses conocemos, es decir, como “niño, chiquillo”, también se emplea en algunas zonas de Albacete y Guadalajara. Variantes del español hay muchas, y es una lengua que no dejará de sorprendernos. Quién nos iba a decir que una de las palabras que más nos identifica a los conquenses sea de origen quéchua... la magia de las palabras.