Esta tradición que comenzó en 2017 gracias a la original iniciativa de un grupo de amigos de Cuenca, tendrá que esperar un año más para que se pueda celebrar como merece. Desde Life!Cuenca hemos hablado con una de sus impulsoras, quien nos explica que aunque han barajado la posibilidad de celebrarlas, no realizarán una convocatoria masiva como en otras ocasiones.
El año pasado, por estas mismas fechas, desde Life!Cuenca hablábamos con una de las grandes impulsoras de la original iniciativa de tomar las "preuvas" en Mangana un día antes de las "uvas" de Nochevieja, Pilar Sanz Villar. Y quién nos iba a decir entonces que este 2021 tampoco podríamos disfrutar los conquenses de esta actividad que poco a poco se estaba convirtiendo en una tradición navideña más de Cuenca.
Con tal motivo, hemos vuelto a contactar con Pilar, quien ha explicado que aunque han barajado la posibilidad de realizar el encuentro este 2021 como en años anteriores al coronavirus, la evolución de la pandemia en los últimos días hace ser responsables y prudentes, por lo que no realizarán una convocatoria masiva como en otras ocasiones. "Es arriesgado, tenemos que ser cautos para cuidar a los demás y aunque el evento sea al aire libre, no es año de arriesgar", nos comentaba.
Origen de las preuvas del 30 de diciembreHace justo un año Pilar Sanz Villar rememoraba cómo surgió esta idea en las navidades de 2017 en una cena de amigos. “Echábamos de menos tener en Cuenca este tipo de eventos que en otras ciudades sí se celebraban y vimos una oportunidad de oro; así que lo hicimos de un día para otro, nos juntamos los amigos, llamamos a nuestras familias y demás amigos y les animamos a subir a Mangana el 30 de diciembre, a menos dos grados y medio bajo cero”, nos relata Pilar, al recordar cómo ese año las 00.00 horas se dieron con cinco minutos de retraso y prácticamente no se oyeron: “menos mal que nos llevamos un altavoz y con una aplicación del móvil fuimos dando la campanadas”. Se trataba de compartir momentos, nos cuenta Pilar, “no siempre es estar en un bar, tenemos que hacer cosas diferentes que inviten a disfrutar de Cuenca”.
A la celebración “más íntima” en 2017, le siguieron las de 2018 y 2019 que fueron acogiendo a más público, pasando de los 100 conquenses a los 500 en 2019. “Lo enviábamos por mensajes y por redes sociales, a la gente le gustaba la idea y lo reenviaba y compartía, y así poco a poco se han ido enterando”, a lo que hay que sumar la disposición del Ayuntamiento e Cuenca que en 2018 puso en hora el reloj de Mangana, programó villancicos e iluminó mejor la plaza. De hecho, en 2019 CEOE Cepyme Cuenca se puso en contacto con ellos para hacer un cartel navideño del evento y favorecer el consumo en la hostelería del Casco Antiguo, tanto antes como después de las preuvas.
“De este modo, conseguíamos nuestro objetivo: crear un evento de ocio para todos los públicos, gratuito y en el que podíamos compartir juntos disfrutando de nuestra ciudad, dando vida a Cuenca, y además impulsar una zona muy importante de Cuenca, que en fechas como esta (cuando es entre semana) tiene menos movimiento”, explicaba Pilar Sanz Villar, quien también se muestra esperanzada con que las preuvas se conviertan en una tradición, “un evento de conquenses para conquenses que ojalá llegue a ser solidario el año que viene”.
No obstante, y como hiciéramos el año pasado desde Life! Cuenca, nos desplazamos en el tiempo hasta llegar al 30 de diciembre de 2019 y ponemos en situación: son las 23.50 horas y la Plaza de Mangana acoge, pese al frío, a cerca de 500 conquenses que esperan impacientes a que el reloj marque las 00.00 horas y suene en 'ding dong' de las campanas para tomar las uvas -o algún sustitutivo para los más supersticiosos- para después brindar con sidra con los amigos o familiares que les acompañan. El ambiente es festivo, los asistentes van atibados con adornos navideños y cantan villancicos improvisados. Llegan las 12 campanadas y le prosiguen abrazos y besos, simulando el comienzo del año nuevo con amigos o familiares con los que no sueles compartir este momento en Nochevieja. Los minutos de después llenan a la Plaza de Mangana de alegría y júbilo.
Esperemos, ahora sí, que en 2022 sí que podamos volver a vivir estas sensaciones. ¡Feliz año!